domingo, 16 de diciembre de 2012

EL PERFUME





 "EL PERFUME ES LA FORMA MÁS INTENSA DEL RECUERDO.
DEBE SER COMO EL TEMA CENTRAL DEL BOLERO DE RAVEL,
UNA ESPECIE DE OBSESIÓN."

Jean Paul Sartre


minnie riperton
(y su registro de silbido -el registro vocal más agudo de la voz-)

loving you

(primer tema musical, de aroma... dulzón, dulzón, dulzón)







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Fueron los egipcios, pueblo religioso por excelencia, los que unieron perfumes y creencias. A tal fin, dirigieron la obtención de perfumes para su ritual sagrado. Sin embargo, fueron los primeros que los hicieron complemento indispensable del tocado femenino.

Los griegos descubrieron nuevas fragancias a través de sus fabulosas expediciones marítimas. Fue Roma la que además de generalizar su uso, concedió a los perfumes virtudes medicinales.

Los tiempos que sucedieron a la caída del Imperio Romano Occidental representaron un retroceso para el perfume, que los pueblos conocidos como bárbaros no llegaron a asimilar. Solamente bizantinos, persas y árabes, mantuvieron vivo su uso con el invento del alambique y el perfeccionamiento de la destilación.

La historia del perfume se remonta a los albores de la cultura. Concebido para honrar a la divinidad pasó luego a ser usado para disimular los malos olores corporales y para despertar ardientes pasiones. Sufrió la censura, el robo de fórmulas y la traición.

Los perfumes han acompañado desde hace miles de años a hombres y mujeres, tanto en el cuidado personal como en el ámbito social. Desde que alguien cortó una flor o quemó una bolita de incienso en un rústico recipiente, su historia se pierde en la noche de los tiempos. Es en el Paleolítico cuando el ser humano descubre que a través del ahumado de los alimentos por medio de la quema de ciertas maderas y resinas, aquellos conseguían un sabor más atractivo para el paladar.

El origen del perfume se remonta a los principios de la Humanidad cuando el ser humano descubrió que a través del ahumado de los alimentos, por medio de la quema de ciertas maderas o resinas, aquellos conseguían un sabor más atractivo al paladar. Era necesario encontrar las maderas más adecuadas, las resinas más olorosas, para conseguir el mejor objetivo.

Con la llegada del Neolítico y la aparición de los primeros poblados desde el valle del Indo hasta Egipto, la utilidad del "perfume" se diversifica. Ya no será para hacer más atrayentes a los alimentos o como conservante, sino que comenzará a invadir el campo del aseo personal o del atractivo personal, tanto de los vivos como de los muertos.

El perfume se rodeará de un hábito sagrado, como ofrenda a los dioses o para acompañar a los difuntos en el viaje al más allá.
Por los restos arqueológicos, los especialistas deducen que fue la refinada cultura sumeria la primera en desarrollar los ungüentos y perfumes. Los egipcios tomaron las ideas básicas de la elaboración de perfumes y la perfeccionaron.

Las esencias aromáticas más usadas en la antigüedad eran la mirra, el benjuí, el estoraque, el ámbar, el incienso, la resina de terebinto, el gálbano, el ládano y el almizcle. En toda Asia Occidental y en la cuenca del Mediterráneo era generalizado el uso de perfumes tanto en ceremonias religiosas como en el ámbito doméstico.
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Botafumeiro
Catedral de Santiago de Compostela


Todavía hoy persiste la costumbre en el uso de botafumeiros o “echachumos”, se pueden ver en las celebraciones de algunas iglesias o en ocasión de actos religiosos especiales como procesiones. Esta costumbre tiene un doble significado, ya que representa un símbolo de pureza, de la purificación humana y es, al mismo tiempo, un tributo a la divinidad, ya que el tenue humo perfumado subiendo al cielo lleva en sí misma una ofrenda al ser superior que, halagado, concederá su protección.



balsamario


EL EGIPTO FARAÓNICO

El perfume a base de sustancias aromáticas, cobró un papel de primer orden en la vida y muerte de los egipcios. Sus principales aplicaciones fueron a base de fumigaciones y como bálsamos y ungüentos, en especial, en las prácticas de momificación.

En las primeras, lo más fácil fue colocar maderas, especias, frutos o resinas para ser caldeadas o quemadas, y de esta manera dejar escapar sus cualidades odoríferas. Esta práctica se generalizó en los templos, lugares funerarios y domésticos, tanto como medio de purificación espiritual como material del ambiente.

Los ungüentos y aceites perfumados tenían dos finalidades, la cosmética o la medicina, pero el producto para las dos se guardaba en redomas y vasijas, con frecuencia de alabastro, en vasos o en pequeños frascos de cerámica, piedra o alfarería, zoomorfos; en épocas posteriores lo hicieron en frascos de cristal, cántaras con asas, ánforas, vasos y copas profusamente adornados

Con el tiempo, los materiales del ritual se complicaron, dejaron de ser sustancias en estado bruto para dar paso a preparados elaborados. En los jeroglíficos de los templos de Edfú y de la isla de Philae los expertos han extraído recetas para preparar el Kiphi a base de machacar mirra, lentisco, bayas de enebro, granos de alhova, pistacho y chufa. Una vez tamizados, el polvillo conseguido se mezclaba con vino y miel. Estos tipos de perfumes también son mencionados por griegos y romanos, y sabemos que se vendían en los mercados de estos países.

Cuando se abrió la tumba del faraón Tutankamon se hallaron más de tres mil potes con fragancias que todavía conservaban su olor. Por aquellos tiempos las egipcias colgaban de sus cuellos pequeños recipientes de barro con sustancias aromáticas y llegaron a creer que el buen olor no sólo seducía a los hombres, sino que ahuyentaba las enfermedades.

Los perfumes egipcios eran bastante diferentes de lo que hoy en día entendemos como perfumes; los  actuales son líquidos y tienen en su mayoría el alcohol como vehículo. Por el contrario, los egipcios jamás destilaron sus aromas ni utilizaron alcohol como agente, sino que sus perfumes eran en forma de aceites o grasas perfumadas. Aunque de alguna manera ya iban entreviendo las bondades del vino (único alcohol del que disponían) para aligerar los perfumes demasiado fuertes.


En los albores de su Historia, los egipcios simplemente olían las flores y frutas al natural, o quemaban sustancias aromáticas solas, o mezcladas con aceite. Por ejemplo, el incienso y mirra no requieren más tratamiento que el de ser quemados en un pebetero. Pero pronto se animaron a hacer combinaciones con diferentes hierbas, raíces, flores, maderas o semillas aromáticas, y aprendieron a fijar los aromas con otras sustancias.

Como en otros muchos aspectos de la cultura egipcia, nuestros informadores son Plinio (Naturalis Historia), Teofrasto (De Odoribus), Herodoto y Plutarco (De Iside et Osiride). Igualmente merece mención especial Dioscórides y su Materia Médica en la que nos ilustra sobre todas las hierbas y plantas, así como su uso, también trató de revivir los perfumes a partir de las fórmulas antiguas. Por otra parte, al igual que en temas de alimentación y medicina, el romano Apicio, y posteriormente, Próspero Alpini nos sirven de nexo entre la antigüedad y nuestros días, gracias a sus estudios en estas materias.




Es bien conocido por todos la importancia que los antiguos egipcios daban a su aspecto físico. Para ellos eran importantes los vestidos, las pelucas, las joyas, el maquillaje y, cómo no, los ungüentos y los perfumes, que en ocasiones eran más caros y apreciados que el oro o la plata.

Los ungüentos y perfumes les resultaron imprescindibles. No olvidemos que Egipto es un país extremadamente caluroso y seco, las grasas hidrataban y suavizaban su piel. Es más, parece lógico que añadieran elementos aromáticos a estos ungüentos, en parte por placer, y en parte para disimular el olor a rancio que, sin duda, tendrían los aceites y grasas. Así, los perfumes jugaron un importante papel a la hora de mitigar los olores corporales y ambientales derivados del calor.

Desde las primeras dinastías, los perfumes y ungüentos formaron parte del ajuar funerario (recordemos los 7 aceites sagrados) y resultaron indispensables en los ritos de los templos. La calidad y el exotismo de los perfumes egipcios hicieron que fueran conocidos en todo el mundo antiguo.

Sabemos que los egipcios contaban con dioses para casi todos los aspectos de su vida cotidiana y para el Más Allá. En el caso de los perfumes, también tenían sus patrones. El dios que habitualmente se tiene como patrón de los perfumes es Nefertum, dios habitualmente representado como un niño o a un joven surgiendo de una flor de loto, en clara referencia al ciclo solar, puesto que esta flor se abre al amanecer orientado al este y se cierra y desaparece bajo el agua en la oscuridad.




Pero aún tenemos otro dios relacionado con los perfumes, se trata de Shesmu, dios de figura antropomorfa, que a veces aparece como dos halcones que retuercen una red en la prensa. Lleva el título de “Maestro de los Perfumes” en los templos de Edfú y Dendera, por lo que aquí tendríamos al dios de los perfumistas. Quizás este patronazgo se debiera a su cualidad de “prensador”, ya que prensaba los cuerpos de los pecadores para obtener vino que dar a los difuntos y otorgarles fuerza. Por esto también se consideraba dios de las bodegas y del vino, quizá sea esta característica de manejar la prensa lo que le hace dios de todo cuanto se obtiene a través de prensa. Era un dios beneficioso en general, aunque maligno para los pecadores. Su contrapartida femenina es la diosa Shesmetet.


GRECIA

En contacto con el mundo egipcio y el Próximo Oriente, los griegos contribuyeron a aumentar la gama de los productos perfumados y exaltaron su empleo en su vertiente religiosa y profana.

Los poemas homéricos se hallan llenos de ejemplos de utilización de perfumes por los héroes, a imitación de los usados por los dioses olímpicos.

Los griegos creían que los aromas eran un regalo de los dioses y para conservarlos crearon bellos frascos de cerámica, entre los cuales destaca el esbelto y popular lekytos que aún hace las delicias de los turistas y sirve de inspiración a los grandes diseñadores de los emporios del perfume.

Consideraban el perfume como un don de Venus, usaban un aroma diferente para cada parte del cuerpo: menta para los brazos, mejorana para los cabellos, aceite de palma para el pecho, tomillo para las rodillas y aceite de orégano para las piernas y los pies, entre otros.

Se empleaban en el baño, tomado antes y después de los ágapes utilizándose aceites y ungüentos que dejaban la piel tersa y suave.
Los cadáveres eran profusamente perfumados antes de su inhumación, a la que acompañaban el imprescindible frasco de perfume.



ROMA

Los romanos fueron los herederos del mundo griego y extendieron sus dominios más allá de sus confines, logrando la unidad política desde la Península Ibérica hasta el Próximo Oriente. El perfume adquirió pronto un lugar importante en la vida cotidiana de sus gentes en todos los órdenes de la vida.
Se valieron de toda una clase de perfumes, desde los más corrientes a los más exóticos,  procedentes de la India, África y Arabia.

Como una vaporosa nube, los perfumes llegaron a Roma y a Bizancio donde su uso se extendió y alcanzó extremos curiosos. Por ejemplo, las damas romanas, muy higiénicas ellas, hacían que sus esclavas se llenaran la boca de perfume y se los rociaran o escupieran por todo el cuerpo.

Los romanos incorporaron los perfumes a su farmacopea y, frecuentemente, el tratante perfumes fue al mismo tiempo médico o farmacéutico.
Uno de los lugares en donde se hacía mayor uso de los perfumes, fue en las termas, pero también lo hicieron en los abundantes baños domésticos existentes.
En el baño termal o en el gimnasio, se ungían todo el cuerpo; en casa o en la peluquería, la cabeza y sobre todo los cabellos, con lo cual se buscaba el buen olor, la flexibilidad del cabello, y dar el color deseado a la cabellera; se introducían el perfume hasta en la nariz.
Rociaban con perfumes los vestidos, los muebles, los lechos, etc.

Nerón hacía perfumar sus sandalias y según Plinio, había quienes ungían con perfumes hasta las paredes de los cuartos de baño. Durante los banquetes había esclavos que iban perfumando de cuando en cuando los pies de los invitados.  El oesypum era un fuerte desodorante contra el olor de axilas y pies.

La cantidad de recipientes, redomas, vasijas preciosas destinadas a contener perfumes que se conservan en los museos, manifiestan que del Oriente más o menos próximo se recibían grandes partidas de ellos, y de todo tipo y precios.

El material más empleado era el alabastro y el ónix, a los que los antiguos atribuían frescor permanente.
Existían unas cajitas en las que se acomodaban diversos frascos de perfume, se llamaban alabastrothecas, en las que se podían llevar diversos tipos de perfume.

Todos los días salían nuevos perfumes al mercado.
Los perfumes romanos ordinariamente tomaban el nombre de la planta,  flor o substancia de la que procedían, o del unguentarius inventor de la misma. Por ejemplo, el Cosmianum (De Cosme).

Muchos ungüentos exóticos venían de Egipto, así el myrobalanum, el cianomo, el malobathrum, el galbanum, el ladanum...

De Chipre venía el Oenantinum, extraído de la flor silvestre de la vid. De Cirene venía el aceite de rosa. El Sur de Asia Menor, Lidia y Egina, exportaba perfumes de azafrán, de aceite de almendras, de azucenas de Pérgamo, etc.

Corinto extraía aceite de lirios. El mejor ungüento provenía del nardo especial de Laodicea. Atenas tenía el panathenaicum.

Los romanos aprendieron a confeccionar estos ungüentos como la esencia de nardo de Nápoles, los emplastos perfumados de Capua, las esencias de rosa de Preneste.
Los unguentarius se vendían en las "tabernae unguentariae" que reflectaba el llamado unguentarius. Algunos de estos preparados se aplicaban para perfumar y embalsamar los cadáveres.


BIZANCIO Y ÁRABES

Las invasiones germánicas y de otros pueblos, más su propia deriva, terminaron en el siglo V con el Imperio Romano de Occidente, representando un retroceso para la cultura en un sentido global y para la vida cotidiana refinada. Cosméticos y perfumes se resintieron con ello. Solamente el Imperio Romano de Oriente (Bizancio) y los árabes, mantuvieron su uso con profusión.

Bizancio englobó hasta mediados del siglo VII a las ricas provincias de Egipto, Siria y Palestina...
de gran tradición perfumista y en la que los "refinamientos higiénicos" como el baño, tanto por las mujeres como por los hombres, no se perdieron.

Una vez los árabes hubieron constituido un nuevo imperio al compás de la prédica religiosa, se asentaron e iniciaron la organización del mismo. Pero pronto imitaron las costumbres de los países que habían conquistado. Así sucedió en el Próximo Oriente con los perfumes.
Expertos en la Alquimia, en busca de la piedra filosofal que tenía que trasmutar los metales en oro y del elixir de la juventud, cuyas virtudes harían permanecer siempre joven (de la palabra Alquimia se derivaría la de la Química) los árabes también eran aficionados a los perfumes.



Si no lo inventaron, los árabes perfeccionaron el alambique (palabra árabe  que significa "el vaso") y con él las técnicas de destilación conocidas ya por egipcios y griegos desde el siglo IV o III a.C.
Estas se fundan en el principio de la evaporación y luego condensación de los líquidos, apoyada en la capacidad del vapor de agua para arrastrar los aceites esenciales.

Los árabes continuaron el comercio de las especias con Occidente. Sin embargo, mientras en Bagdad o en las ciudades hispano-musulmanas como Córdoba continuaron el uso del refinamiento del baño (en la Córdoba califal, los baños públicos con agua corriente, fueron algo proverbial) en París, que siglos después, sería con toda justicia, la capital del perfume, era un lugar infecto, sin cloacas, cuyas aguas sucias corrían y permanecían en las calles, y en donde sus habitantes habían olvidado el uso del baño del sucedáneo del jabón y de los perfumes.
Hubo que aguardar a las Cruzadas en Tierra Santa para que Occidente, mediante la intervención de algunos cruzados venecianos, más amantes de los placeres que de la fe, reencontrasen el gusto de perfumarse y descubriesen el empleo del jabón.

Fue un árabe llamado Albucaste quien perfeccionó el destilado del alcohol sirviéndose de alambiques para realizar los primeros experimentos con la maceración de las flores; a este proceso le agregó un poco de alcohol, logrando que fuera el gran soporte de las esencias y desarrolló el perfume en forma líquida. Aceites y resinas olorosas diluidas en el alcohol revelaron toda la plenitud de sus cualidades aromáticas, dando así origen a perfumes mucho más finos.
El procedimiento era sencillo y tuvo cientos de imitadores, quienes fueron creando una de las industrias más lucrativas de la historia. Los mercaderes de perfumes iban de posada en posada y de castillo en castillo ofreciendo sus productos a las damas en un recipiente en forma de manzana que se hizo rápidamente popular, pues como se bañaban muy poco, se pasaban un trapito perfumado en las axilas y entre las piernas para oler mejor.

 *

Cuando en el siglo XII amaneció una nueva primavera medieval para la cristiandad, esta redescubrió el placer de los buenos olores, no tanto para la higiene, sino como defensa contra la peste y enfermedades.
A pesar de la condena de la Iglesia Católica sobre el uso de las esencias líquidas para el arreglo personal porque inducía al pecado, la influencia de la sofisticada cultura árabe permitió que este elemento esencial de la coquetería se popularizara en la Europa medieval.

En Europa durante la Edad Media, el uso de perfumes quedó restringido a las clases privilegiadas, que los empleaban como sustituto de la higiene. Utilizaban aromas como el ámbar para ahuyentar los malos olores. También comenzaron a emplearse fragancias para aromatizar los castillos, creando el primer ambientador de la historia.

Parecía que el Renacimiento entraba con buen pie en cuanto a conocimientos higiénicos y médicos, pero pronto en los países católicos de la Contrarreforma y en los puritanos protestantes se tapó el cuerpo, llegando a bañarse (cuando lo hacían) vestidos.
En la corte, cortesanas y reinas rivalizan por las primeras recetas de belleza. Los grandes exploradores empiezan a viajar por otros países y nos traen nuevas materias primas como la vainilla, pimienta, clavo, tabaco...
Los grandes perfumistas de la época se instalan definitivamente en Francia. 

El perfume fue entonces el gran aliado que enmascaraba los malos olores. La profesión de guantero y perfumista se unió, puesto que se pusieron de moda los "guantes perfumados". Cuando se puso de moda que los guantes también estuvieran perfumados, los guanteros se vieron en la necesidad de producir aceites olorosos que no dañaran las telas de sus delicadas confecciones. Por ello cultivaron en sus tierras naranjos, lavanda, jazmines, y sobre todo, rosas: así inventaron la famosa eau de toilette. Quizá el uso más extraño que tuvieron los perfumes es que también se usaron para lavarse los dientes.

En el siglo XVIII el uso del perfume fue creciendo. Se descubrieron nuevos productos de origen animal y la época de la Ilustración y empelucada sociedad del XVIII prefirió los más intensos, necesarios para llegar al último rincón del cuerpo a través de los complicados vestidos y ropa íntima de damas y caballeros de la moda versallesca.

Los perfumes se rodearon también de un atractivo misterio, que brujos y nigromantes de aquella época de la razón que, como tantas veces suele ocurrir (fue tan crédula en toda clase de supersticiones) explotaron.
Pero llegamos al siglo XX, el lujo y el progreso alcanzaron grados insospechados y al tiempo que el perfume entraba en el mundo del arte, lo hacía también en el campo implacable de la competencia comercial.


LOS PRIMEROS PERFUMES FAMOSOS

El primer perfume famoso elaborado con alcohol fue una crema llamada Agua de la Reina de Hungría, que debe su nombre por ser el predilecto de la princesa húngara Isabel, a principios del siglo XIII.

La italiana Catalina de Médici, esposa de Enrique II de Francia y mecenas de Nostradamus, introdujo los perfumes en ese país porque no podía soportar el olor corporal de los galantes cortesanos y cortesanas. Mientras más fuerte era el perfume que usaban los habituales de la corte, más contenta estaba la reina. Catalina, además impuso el corset, el estilo de montar a lo amazona y de paso hizo que los caballeros y damas se bañaran más, aunque no tuvo mucho éxito porque uno de sus descendientes, Enrique IV de Francia no se bañaba ni perfumaba jamás, su esposa y sus amantes se desmayaban y vomitaban por el olor nauseabundo del rey.


El primer perfume elaborado con fines comerciales data del siglo XIV, y se conoció en aquel entonces como Agua de Reina o Agua admirable, nombres que le dio su creador, el químico y comerciante italiano Juan María Farina, quien en 1709 se estableció en Colonia, una ciudad del imperio Prusiano. Años después de su famosa invención, se supo que Farina obtuvo la fórmula de un monje que había vivido muchos años en Oriente.

Precisamente, de todas las fragancias existentes en la actualidad, la más antigua es el "Agua de Colonia 4711", creada en 1796 y considerada a su vez el primer perfume unisex del mundo. Entre los famosos de la historia que lo usaron figura Napoleón I y su amada Josefina de Beauharnais.

Según el novelista Alejandro Dumas (hijo), por esa época todo el mundo se bañaba en perfumes excepto, los filósofos, que preferían diferenciarse por su mal olor, aunque muchos de ellos sucumbieron también en la tentación de usarlos.

El perfume, tal como se conoce en la actualidad, se divide en extractos -el que más perdura en la piel - mientras que el agua de tocador es una versión más suave. La colonia es de olor más delicado y muy refrescante. Los perfumes con aromas de flores tienen ingredientes básicos como el jazmín y la rosa, aunque se produce también con gardenias, violetas, narcisos y lilas, los hay elaborados con fragancias críticas como el limón y la naranja, tanto de sus flores como de sus propios frutos.

Los aromas orientales son los más sensuales y están compuestos por el patchouli y el almizcle; tienen un perfecto equilibrio entre las flores y las especias, e imparten un aire místico.
Hay quienes afirman que saber perfumarse es todo un arte y aconsejan ponerlo en aquellas zonas del cuerpo donde los latidos son más intensos, como por ejemplo, las muñecas, los tobillos, las sienes, los lóbulos de las orejas y el busto, ya que el calor del cuerpo activa su fragancia y la hace más duradera.

Desde el origen hasta nuestros días, la historia del perfume acompaña a la humanidad a través del tiempo. Sirvió en su día de trueque, de protección contra enfermedades, de pociones mágicas y de mensajes amorosos.


EL PERFUME HA SIDO TESTIGO DE CADA ÉPOCA                     
                                        



10 cc
I´m not in love


(segundo tema musical... dulzón, dulzón)








Lo que menos concentración de perfume tiene es lo que llamamos Agua fresca. En francés, Eau fraîche. Su concentración en esencias y aceites es aproximadamente del 3%. Aunque apenas se diferencia con el Agua de colonia (Eau de cologne) que -aunque el porcentaje de concentración es parecido- tiene más alcohol que la anterior.


Con un poco más de concentración (entre el 5 y el 10 %) pasamos al Eau de Toilette. La traducción no se suele utilizar pero para los más curiosos sería Agua de Tocador.
Depués encontramos el Eau de parfum, tiene una concentración entre el 10 y el 15% .
El perfume, es el más concentrado, pues tiene entre un 15 y 40% de esencia aromática.



El Comité Francés del  Perfume mantiene desde el siglo pasado una clasificación, que actualiza rigurosamente, en la que describe las 7 grandes familias de perfumes, divididas en 45 subfamilias. Una pluralidad infinita de aromas, que los perfumistas de ayer y de hoy han combinado en un sinfín de posibilidades:

1.    Los hespérides: se encuentran las primeras aguas de colonia, elaboradas con esencias de limón, naranja, pomelo, mandarina y bergamota.

2.    Los florales: la familia más conocida que agrupa perfumes elaborados con flores de rosa, de violeta, de jazmín, de lila, de muguete, de narciso o de nardo.

3.    Los helechos: no tienen nada que ver con el olor de la planta. Es en una mezcla de notas de lavanda, amaderada, musgo de roble, cumarina.

4.   Los chypres: principalmente basados en combinaciones de pachulí, de ciste-labdanum, de bergamota o de musgo de roble.

5.     Los amaderados: son compuestos por perfumes con notas cálidas, sándalo, pachulí, también con notas secas, como cedro o vetiver.

6.   Los ambarinos u orientales: tienen composiciones vainilladas, empolvadas, animales muy marcadas.

7.    Los cueros: la familia más pequeña, elaborada a partir de esencias de abedul al perfume ahumado, y de tabaco.



Los perfumes se clasifican de acuerdo con su tipo de aroma en varias series:

Rosado, anaranjado, jazmín, balsámico, violeta, alcanforado, nardo, citrina, herbáceo, mentolado, clavel, anisado, almizclado, sándalo, almendro y fruta.

            Según su origen pueden ser:

                     Vegetales, animales y sintéticos.

                                                Y según su volatilidad:

                                                                 Ligeros, consistentes y fijos.

                                                                               Los constituyentes del perfume son:

                                                                                                    El diluyente, el fijador y la esencia.




El diluyente que constituye la mayor parte del perfume sirve para disolver los aromas fuertes de las esencias; el más empleado en la antigüedad era el aceite de oliva, que desleía perfectamente muchas sustancias odoríferas. Actualmente el diluyente más utilizado es el alcohol etílico, que presenta las ventajas de tener solamente un ligero olor y ser incoloro y mejor disolvente que el aceite de oliva. El fijador sirve para atenuar e igualar las velocidades de evaporación de los distintos constituyentes odoríferos, y puede ser inodoro o tener un aroma particular; en este último caso debe utilizarse en proporción a las sustancias olorosas que el perfume contenga.


Entre los distintos fijadores los hay de origen animal (almizcle, ámbar gris, etc.) vegetal (ámbar vegetal, incienso, etc.) y otros obtenidos por procedimientos sintéticos (por ejemplo el diacetato de glicerina). Las esencias o aceites esenciales, que son las sustancias que proporcionan al perfume su nota característica, se obtienen generalmente de las plantas y se preparan por vía sintética; resultan del metabolismo de los vegetales, son muy volátiles y se extraen de las flores u otras partes de la planta.




Chris Isaak
Wicked Game
Álbum: Heart shaped world (1989)

(el tercer tema... dulzón)






LA FIESTA ZODIACAL

ADOLFO DOMÍNGUEZ
(Edición especial para Myrurgia)

CAPRICORNIO


CAPRICORNIO ANTES DE LA FIESTA

A Capricornio no le interesan demasiado las fiestas, pero, si tiene que ir, irá. Su sentido de la responsabilidad no le deja nunca en mal lugar y sabe sacar fuerzas de flaqueza para acudir a actos sociales, aunque no tenga especiales ganas de salir de casa. Y a pesar de que se mueve bien en el mundo de las convenciones sociales, no todo el mundo le interesa.

Capricornio escogerá para la fiesta sus mejores ropas, seguramente las más oscuras, porque no se siente identificado con colores demasiados claros o luminosos. Su gravedad manifiesta necesita tonos y colores apagados, del mismo modo que en el fondo de sus ojos mantiene una oscuridad misteriosa. Un deje de tristeza o de nostalgia brilla en lo más recóndito de sus pupilas, al mismo tiempo que su rostro se caracteriza por un fondo de melancolía que quizá se remonte a la niñez, cuando Capricornio era un niño serio y desconfiado.


Y seguramente, una vez en la fiesta, Capricornio sabrá descubrir nuevos alicientes, porque su alma es profunda y sus intereses altos. Capricornio siempre sabrá encontrar tesoros allí donde los otros solo verán carbón.



LOS PREPARATIVOS DEL HOMBRE CAPRICORNIO

Se vestirá sin fijarse demasiado en su ropa, siempre que esta sea discreta y no llame la atención, por lo que escogerá la protección de los colores más oscuros. Sin embargo, a medida que avance en edad, avanzará también en la búsqueda de las mejores emociones y se irá convirtiendo en un adolescente a medida que peine canas.

Por otra parte, hay que adivinar su vena humorística. Capricornio puede sorprender más de lo que cabría imaginar en un primer momento, porque sus esquemas son abiertos y siempre está dispuesto a seguir construyendo.


Su perfume es sobrio, con un delicado fondo amaderado y seco, y lo dosifica cuidadosamente. Y con paso lento, pero seguro, se encaminará hacia la fiesta. Probablemente le esperan allí muchos más amigos de los que podría imaginar.



LOS PREPARATIVOS DE LA MUJER CAPRICORNIO

Por más que lo intente, no se siente a gusto enfundada en un llamativo vestido de fiesta y su discreción no le permite exhibir escote o joyas. La mujer capricornio no necesita de pasarelas ni escaparates.

Ella se pondrá su agua de colonia de siempre, la más fresca y natural, con una base florida de madreselva, magnolia o violeta. Dejará que sea su expresión más auténtica la que brille en la noche de la fiesta.


No quiere aparentar lo que no es, ni pretende destacar entre todas; ella solo quiere brillar a los ojos de aquellos a los que ama. Y como está segura de sus afectos, emana seguridad y no necesita demostrar quién es ante nadie.


La mujer Capricornio sabe desenmascarar tesoros escondidos y su visión profunda le hace descubrir a los mejores, porque ella sabe ver lo invisible.


LEO ANTE LA FIESTA



*


En el momento de elaborar una lista de invitados, el nombre de los Leo es siempre el primero que acude a la cabeza del anfitrión. ¿Se podría celebrar una fiesta sin ellos? Casi parece que no, porque los Leo son el puro espíritu de la fiesta y disfrutan como nadie en ocasiones como esta, en la que pueden lucirse y brillar con luz propia.

Y, cuanto más importantes sean los preparativos, más ilusión pondrá Leo en su noche de fiesta, porque entiende que el erotismo empieza con una espera. Le gusta ir viviendo cada momento, hasta que llega el instante esperado, porque una fiesta es siempre una oportunidad para pasarlo bien y procurar divertirse, y sin duda nadie como ellos para lograrlo.


Por eso se viste con sus mejores galas y aprovecha para lucir sus joyas más relucientes, que, a diferencia de lo que puedan imaginar otros signos, para Leo son su sonrisa y sus ansias de felicidad. El contacto con los demás invitados le pondrá de buen humor y querrá contagiarles su mejor espíritu, para lo que no dudará en utilizar todos los recursos de su creatividad.




LOS PREPARATIVOS DEL  HOMBRE LEO

Al hombre Leo la idea de ir de fiesta símplemente le entusiasma. Le gusta impactar y, si le parece que la ocasión lo merece, recurrirá a su esmoquin, al que añadirá un detalle personal y atrevido, con el que quiere dar que hablar, como una pajarita estampada.

Dispuesto a ofrecer a su encandilado público la mejor representación de sí mismo, pocas cosas le intimidarán, porque es un hombre de mundo y demuestra una gran seguridad en sí mismo.

No duda en perfumarse intensamente con los aromas más insinuantes y cálidos, y las varoniles notas de almizcle y ámbar de su fragancia sugieren que él es el rey de la noche y que a su alrededor surgirán las propuestas más estimulantes.




LOS PREPARATIVOS DE LA MUJER LEO

Para empezar, la señora Leo dedicará toda la tarde a hacer sus preparativos, disfrutando del placer de soñar con su noche de fiesta como si dispusiera de todo el tiempo del mundo. Contempla su traje de noche, elige los complementos, se prueba unos pendientes. Lo deja todo preparado y se sumerge en un relajante baño de burbujas.

Después, unos toques de su perfume favorito. A la mujer Leo le gustan los perfumes orientales y especiados, de matiz clásico, que resulten muy personales y que le otorguen un halo diferente, casi provocativo.

Su sentido del momento presente es muy importante y le gusta aprovechar la vida como si se le escapara. Y por eso mismo no tiene reparos en lucir con sensualidad sus formas y dar rienda suelta a su vocación teatral, porque sabe que esta noche, una vez más, será la reina y brillará con fulgores desconocidos para los demás.








domingo, 9 de diciembre de 2012

MOMO



Momo oder Die seltsame Geschichte von den Zeit-Dieben und von dem Kind, das den Menschen die gestohlene Zeit zurückbrachte

(Momo, o la extraña historia de los ladrones de tiempo
 y de la niña que devolvió el tiempo a los hombres)
 *
SCHUBERT
31 de enero de 1797 - 19 de noviembre de 1828
 

*serenade*



ITZHAK PERLMAN



pianista:  Rohan de Silva





A las afueras de una ciudad italiana sin nombre, en las ruinas de un anfiteatro, vive una niña huérfana
llamada Momo cuya principal virtud es saber escuchar, escucha de una manera tan especial que es capaz de encontrar las respuestas a los problemas de quien habla con ella.
Tiene amistad con todos, especialmente con el barrendero Beppo y el guía turístico Gigi (también conocido como Gigi Cicerone o Girolamo).
Todas las tardes, muchos niños se acercan al anfiteatro para jugar, porque con Momo era imposible aburrirse. De vez en cuando, Gigi cuenta cuentos e historias increíbles.
Momo es muy especial, ya que arregla discusiones e inventa juegos, reconcilia a la gente, y todo esto sin hablar, sólo escuchando a los demás.

Esta atmósfera placentera acaba con la llegada de los Hombres Grises, trabajadores del Banco del Tiempo, que viven parasitando del tiempo de los hombres, su objetivo es robar el tiempo a las personas,  y convencen a la población de la idea de ahorrar tiempo (tiempo que puede ser depositado en el Banco y devuelto al cliente después, con interés). En realidad, hacen que la gente lo olvide todo, salvo su obsesión por ahorrar todo el tiempo posible para un hipotético uso posterior. Gradualmente, la siniestra influencia de los Hombres Grises afecta a toda la ciudad, la gente no tiene tiempo para los demás, menos Momo, que sigue en su anfiteatro. Pero ahora nadie la visita, nadie tiene tiempo.
La gente deja de hacer todo lo que se considera perder el tiempo, como el arte, la imaginación o incluso dormir. Los edificios y las ropas están hechos exactamente de la misma forma para todos y el ritmo de vida se torna ajetreado. En realidad, cuanto más tiempo ahorra una persona, menos tiene: los hombres grises lo consumen en forma de cigarros puros, hechos de pétalos secos de las flores horarias que representan el tiempo. Sin esos cigarros, los Hombres de Gris no pueden existir.


Momo, por su especial personalidad, se convierte en un obstáculo para los planes del Banco de Tiempo. Los Hombres Grises intentan infructuosamente deshacerse de ella. Momo, junto a la tortuga Casiopea (que se comunica con ella gracias a los mensajes luminosos de su caparazón, y que tiene el don de saber con media hora de antelación lo que va a ocurrir) emprenden el camino hacia el Manantial del Tiempo, donde vive el Maestro HoraSegundo Minucio Hora.

El Maestro Hora le dice que está en peligro, ya que los Hombres Grises la buscan. Esa búsqueda se debe a que Momo está arruinando el trabajo de estos y resulta una molestia. Momo se da cuenta de que la casa está rodeada de Hombres Grises que quieren entrar. Tiene que acabar con ellos para que todo vuelva a ser como antes y la única solución es, que El Maestro detenga el tiempo para que los hombres grises se queden sin reservas de tiempo y desaparezcan. El problema es que Momo tiene solamente una hora para abrir el depósito del tiempo.,

El Maestro Hora, detiene el tiempo y los Hombres Grises corren hacia sus depósitos para poder sobrevivir. Momo aprovecha el momento para abrir los depósitos y devolver el tiempo a la gente. Los Hombres Grises, al quedarse sin tiempo que consumir, desaparecen al instante.
Con el tiempo de vuelta a sus propietarios, todo vuelve a ser como antes.

* * *
Este libro tratado como literatura juvenil, casi infantil, abarca mucho más que eso. Lo protagoniza una niña que no tiene superpoderes ni es especialmente sobresaliente, lo que la hace más atractiva aún. A partir de ella, el autor reflexiona sobre el tiempo y el uso que les damos, criticando el consumismo y la concepción de la sociedad en que vivimos.
Nos muestra cómo la carencia de tiempo también implica menos tiempo para proyectar e imaginar. 

Las riquezas no sirven, nos explica Ende, si no pueden compartirse, y el aburrimiento es un mal frente al que tenemos que luchar. Es importante saber lo que se quiere hacer con el tiempo que dispone cada uno. 
Escrito a modo de cuento, está lleno de metáforas sobre el egoísmo y la codicia, personificados en estos hombres grises que pueblan la ciudad y es curioso cómo no se ha quedado desfasado pese a que han pasado más de cuarenta años desde que viera la luz.
Desde una perspectiva infantil, se libera de los prejuicios que podemos tener ya de adultos, y nos muestra la importancia de las cosas que hacemos, en qué invertimos nuestro tiempo y lo que nos va a reportar; en él tienen cabida sentimientos como el amor o la amistad, y es por eso entrañable a ratos. Son los niños quienes explican la situación a los adultos, y lo hacen con humildad y con sencillez en un texto casi mágico.
Muestra el peligro de verse seducido por los intereses ocultos de empresas que cuentan con el suficiente poder como para influir en el estilo de vida de la gente. En el mismo sentido es también una profunda crítica al modelo racional de concebir el tiempo, un modelo economicista que olvida esos pequeños momentos y sensaciones que sin tener valor económico, y por tanto, puedan parecer superfluas, son realmente importantes en la vida humana.



Michael Ende

Michael Andreas Helmut Ende

Garmisch-Pertenkirchen, Bavier, Alemania, 12 de noviembre de 1929
Stuttgart, Baden-Württemberg, Alemania,  28 de agosto de 1995
Escritor alemán especializado en literatura infantil. Hijo del pintor surrealista Edgar Ende, se crió en un ambiente bohemio, rodeado de artistas de todo tipo, lo que le influiría más adelante en el estilo de sus obras, heredando de su padre el gusto por la imaginería fantástica y por la extraña plasticidad de las imágenes.
Su vena artística fue encaminada en un principio hacia el teatro, estudiando interpretación durante tres años en una escuela en Munich, pero tuvo que suspender esta actividad pues fue llamado a filas en el ejército alemán. Después de un único día de preparación, fue enviado al frente, donde vio morir a tres de sus amigos el primer día de lucha. Desertó del ejército nazi esa misma noche, andando durante 80 kms, para volver a casa de sus padres. Se unió a un grupo antifascista durante la II Guerra Mundial y sus primeras obras fueron de carácter político

Las pinturas de su padre estaban vetadas por el partido nazi, se le prohibió exponer y fueron requisadas o estropeadas gran parte de sus obras. La economía de la familia Ende era bastante precaria y malvivían como podían.

Iniciada la década de los 50 empezó a escribir relatos infantiles y juveniles. Fue con la obra “Jim Botón y Lucas el maquinista”, de marcado corte fantástico y galardonada con el premio Deutscher Jugendbuchpreis como el mejor libro alemán del año para el público infantil,  con la que logra una gran repercusión y la que le dio una gran popularidad dentro de su país. Pero la crítica fue dura y rechazó frontalmente la publicación, pues tras la guerra, la corriente dominante era la del realismo.

Harto del ambiente generado en torno a él se trasladó a Genzano, un pueblo en las afueras de Roma, donde residiría toda su vida.

En esta localidad escribió obras como “Momo”(1973), galardonada con el “Premio de Literatura Adolescente de Alemania”, o “La historia interminable”, ganadora del premio Janusch-Kortschack, siempre enmarcadas en el género fantástico, que le dieron un impulso importante a su carrera a nivel internacional, y que fueron traducidas a más de cuarenta idiomas. Las dos obras fueron adaptadas al cine, aunque el escritor no quedó demasiado contento con el guión de esta última.

El primer libro cuenta las aventuras surrealistas de una niña, Momo, que se enfrenta a los hombres grises que le roban el tiempo a los hombres. El segundo es un libro que habla a su vez de un libro. El protagonista, Bastián Baltasar Bux, roba un libro y, cuando empieza a leerlo, descubre que el libro habla de él, y es absorbido -literalmente- por su trama.

Todos sus libros tienen títulos llamativos, como “El libro de los monicacos”, “Tragasueños”, “Jojo”, “El Goggolori”, o “El espejo en el espejo”.

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 BLOWING IN THE WIND (Bob Dylan)

Peter, Paul and Mary


How many roads must a man walk down
before they call him a man
how many seas must a white dove sail

before she sleeps in the sand
how many times must the cannonballs fly

 before they are forever banned

the answer, my friend, is blowing in the wind
the answer is blowing in the wind


How many years can a mountain exist
 before it is washed to the sea
how many years can some people exist

 before they're allowed to be free
how many times can a man turn his head

 and pretend that he just doesn't see

the answer, my friend, is blowing in the wind
the answer is blowing in the wind


How many times must a man look up
 before he can see the sky
How many ears must one man have

 before he can hear people cry
how many deaths will it take till he knows

 that too many people have died

the answer, my friend, is blowing in the wind
the answer is blowing in the wind


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domingo, 2 de diciembre de 2012

EL ARTE DE LA ANIMACIÓN



phenakistiscopio (1830)
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Mary Poppins

WALT DISNEY (1964)

Supercalifragilisticexpialidocious 




La animación es más antigua que el propio cine, pero este puso a disposición de artistas y dibujantes numerosas técnicas nuevas. Desde mediados de los años 30 del siglo pasado hasta nuestros días, se han producido en todo el mundo películas de dibujos animados de los más variados estilos.


Jabalí
Arte Rupestre
         Cueva de Altamira -Cantabria- (España)

Posiblemente nos encontremos ante el más antiguo y emblemático ejemplo de dibujo animado en la superposición de posiciones alternativas de las patas del animal, la intención era la de plasmar la esencia del movimiento.

Arte egipcio (Fresco)
Secuencias de lucha deportiva

Del mismo modo egipcios y griegos secuenciaron imágenes en movimiento en las decoraciones de murales o de otro tipo de utensilios.






LA LINTERNA MÁGICA

Los dibujos animados constituyen la modalidad más antigua de películas.


El sistema era muy rudimentario, pero efectivo; consistía en una luz, delante de la cual se movían unas planchas de cristales en hilera tirados por cuerdas, lo cristales estaban pintadas al óleo con una serie de imágenes en secuencia, que manipuladas de forma mecánica, dotaban de movimiento a los personajes. Lo cierto es que en los siglos XVIII y XIX, las Linternas Mágicas de artistas ambulantes se hicieron tremendamente populares tanto en Europa como en Norteamérica. Se calcula que se hacían entre 75.000 y 150.000 exhibiciones al año. Fue la primera vez que una animación fue proyectada en una pared.






EL THAUMATROPO




La persistencia de la visión fenómeno visual descubierto por Joseph Plateau que demuestra como una imagen permanece en la retina humana una décima de segundo antes de desaparecer por completo. Según sus estudios, esto permite que veamos la realidad como una secuencia de imágenes ininterrumpidas y que podamos calcular fácilmente la velocidad y dirección de un objeto que se desplaza, si no existiese, veríamos pasar la realidad como sucesión de imágenes independientes y estáticas. Plateau descubrió que nuestro ojo ve con una cadencia de 10 imágenes por segundo. En virtud de dicho fenómeno, las imágenes se superponen en la retina y el cerebro las "enlaza" como una sola imagen visual, móvil y continua. El cine aprovecha este efecto y provoca ese "enlace" proyectando a más de 10 imágenes por segundo (generalmente 24), lo que genera en nuestro cerebro la ilusión de movimiento (en televisión se da 25 fotogramas por segundo).


Para demostrarlo se utilizó el thaumatroscopio, que es básicamente un pequeño disco con una imagen en cada cara. Cuando se enrolla las cuerda y se suelta, se ve al pájaro en la jaula, las flores en el jarrón.





Este dibujo animado de un caballo galopando, se muestra a 12 dibujos por segundo. Se suele afirmar equivocadamente que el caballo se ve en movimiento debido a la persistencia retiniana pero en realidad esto ocurre debido al procesamiento cerebral de los estímulos visuales en el núcleo geniculado lateral.

En 1826, John Ayrton Paris inventa el Taumatropo, se trataba de un disco con distintas imágenes en cada una de sus dos caras. En una de ellas aparecía la imagen de un pájaro, en la otra la imagen de una jaula. El disco quedaba suspendido entre dos cordones que se enrollan y luego se sueltan, haciendo girar el disco a gran velocidad creando la ilusión óptica de que el pájaro se hallaba en el interior de la jaula. El invento del Taumatropo también fue atribuido a John Herschel o a Charles Babbage, entre otros, pero Paris fue el primero en distribuirlo comercialmente.

Gracias a él, investigadores de la segunda mitad del siglo XIX se dedicaron a crear artefactos ópticos para generar imágenes en movimiento que se fueron perfeccionando con los años.


EL PHENAKISTOSCOPIO

Fenaquistiscopio, del griego espectador ilusorio, juguete inventado por Joseph-Antoine Ferdinand Plateau para demostrar su teoría de la persistencia retiniana en 1829.

Consiste en varios dibujos de un mismo objeto, en posiciones ligeramente diferentes, distribuidos por una placa circular lisa. Cuando esa placa se hace girar frente a un espejo, se crea la ilusión de una imagen en movimiento.



Poco después de su invención, Plateau descubrió que el número de imágenes para lograr una ilusión de movimiento óptima era dieciséis, lo que con posterioridad aplicarían los primeros cineastas usando dieciséis fotogramas por segundo para las primeras películas.


Poco después de su invención, Plateau descubrió que el número de imágenes para lograr una ilusión de movimiento óptima era dieciséis, lo que con posterioridad aplicarían los primeros cineastas usando dieciséis fotogramas por segundo para las primeras películas.



EL ZOOTROPO


El zootropo moderno (existe una versión china del 180 d.C.) fue patentado en Reino Unido y America simultáneamente en 1867. 

Se trata de un cilindro abierto por su parte superior. En el centro, hay unos espejos, y en la parte de fuera, la secuencia de imágenes. Cuando miras por una de las ranuras, ves la animación reproducida en el espejo. Más tarde se inventaría una versión que permitiría la proyección, el praxinoscopio.


El zootropo de Charles Emile Reynaud (1834) fue el primer Tambor Mágico, y se basaba en el Fenakitiscopio: un cilindro hueco con rendijas verticales situadas a la misma distancia que unos dibujos colocados en el interior del cilindro. Más manejable que el Fenakitiscopio, podía ser usado a la vez por varios espectadores situados en círculo. Cada uno miraba por una rendija.


En realidad el inventor natural del Zootropo fue el matemático William George Horner (1786-1837) que ideó una tira de papel con dibujos que colocados en el interior de un tambor giratorio provisto de pequeñas hendiduras permitía ver los dibujos en movimiento. A este invento le denominó DAEDALUM o WHEEL OF THE DEVIL, pero el mecanismo no se popularizó hasta pasados unos 30 años cuando fue comercializado con el nombre de ZOOTROPO o WHEEL OF LIFE por William F. Lincoln en los Estados Unidos.


EL FLIPBOOK



Se trata de una serie de hojas de papel unidas por un extremo. Cuando pasas rápido las páginas, se anima la secuencia. La primera patente data del 1868. Fue la primera forma de reproducción lineal (hasta ahora era circular, como en el zootropo) Se hizo realmente popular, siendo utilizado para publicitar productos e incluido dentro de las cajas de cereales.

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Un día, un dibujante llamado Stuart Blackton se fijó en los flipbooks que tanto gustaban a su hija. Esto, junto a una serie de hallazgos accidentales en sus anteriores films, hizo que le propusiera a Thomas Edison experimentar con dibujos en movimiento. El film consiste en unos dibujos a tiza sobre una pizarra, animados en stop motion. Fue la primera secuencia de dibujos filmada con una cámara.





EL PRAXINOSCOPIO




A finales  del siglo XIX, el francés Emile Reynaud (1844-1918) consiguió  proyectar sobre una pantalla de dibujos en movimiento producidos por un invento suyo, el Praxinoscopio (1877); y en 1892, pudo ofrecer al público sus "Pantomimas luminosas", pequeñas obras interpretadas por personajes dibujados y que constituyen el precedente de la moderna animación.


Para competir en un mercado que evolucionaba rápidamente Reynaud comercializó numerosas modificaciones, como, praxinoscopio-juguete, praxinoscopio-miniatura, praxinoscopio-teatro, con motor, con resorte, con resorte eléctrico, de proyección, etc.

A pesar de los esfuerzos por mantenerlo de actualidad, el Praxinoscopio, fue desplazado por nuevos avances, como el kinetoscopio de Thomas Edison o el cinematógrafo de los hermanos Lumière.

En el ámbito de las imágenes, modifico la técnica de los instrumentos hasta entonces conocidos. Nos da por reflexión una imagen muy nítida a través de un tambor central con espejos, rotatorios.

Viaje a la Luna (1902) -Georges Méliès- 
Pero, al margen de su habilidad técnica, Emile Reynaud fue el primer gran animador, y consiguió reproducir con sus pequeños dibujos la sensación de un movimiento real.
Así, cuando llegó el cine, existía ya una tradición anterior de dibujos animados. Hacía falta solamente algo de ingenio y el ejemplo de las películas mágicas de Georges Méliès para que naciese la idea de que, fotografiando una serie de dibujos fotograma a fotograma, se podría obtener una sensación de realidad.




 1892 - Emile Reynaud: Pauvre Pierrot


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Sesenta años antes de la aparición del Kinetoscopio y del Cinematógrafo, los científicos demostraban ya la existencia de principios ópticos básicos, de los que habría de nacer el cine por medio de breves secuencias de dibujos que creaban la ilusión de movimiento. En estos juguetes aparecía definido el principio de los dibujos animados.


1891- EL QUINETOSCOPIO
El quinetoscopio (también kinetoscopio o cinetoscopio) fue el precursor del moderno proyector cinematográfico desarrollado por William Kennedy Laurie Dickson mientras trabajaba con Thomas Edison.

De acuerdo con los hechos históricos, antes de tener la idea Edison se reinspiró en una visita que hizo a Eadweard Muybridge en 1888, quien desarrolló una invención a la que llamó Zoopraxiscopio. Parece ser que la intención de Muybridge era financiar y promover una mayor colaboración con Edison en la elaboración de un diseño de una máquina que pudiera emitir sonido y proyectar imágenes a la vez. En este diseño se incluía el fonógrafo inventado por Edison.




Entonces, Edison, impresionado e inspirado por las ideas de Muybridge, rápidamente e independientemente registró la patente de una máquina que podría "hacer para los ojos aquello que el fonógrafo hace para los oídos". Asignó la tarea del nuevo diseño a Laurie Dickson, y decidió llamar "a su" invento como "quinetoscopio" (kinetoscope), como resultado de la combinación de las palabras griegas "kineto" (movimiento) y "scopos" ("ver").


QUINETOSCOPIO
 Constaba de una caja en el interior de la cual resbalaba un rollo de fotografias a la velocidad de 46 imágenes por segundo e iluminadas por una lámpara incandescente; a través de una mirilla el espectador podía ver el espectáculo.
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Edison, Dickson y otros trabajadores del laboratorio de Edison, realizaron progresos en el diseño hasta un punto, ya que la idea de hacer servir cilindros rotativos sólo permitiría proyectar animaciones demasiado cortas, teniendo en cuenta la limitación del diámetro del cilindro. El proyecto quedó paralizado, pero se reemprendió después de una visita de Edison a Etienne-Jules Marey, un médico y fotógrafo francés que había desarrollado un "cronofotógrafo", con el cual hacía servir una tira de película mucho más larga que el diámetro de cualquier cilindro utilizable.

Los trabajos de John Carbutt sobre la película de celuloide ofrecieron más progresos en esta dirección, ya que William Heise, trabajando con Dickson en los laboratorios de Edison, incorporó este avance. La película se diseñó como un lazo, que serpenteaba alrededor de una serie de ejes dentro de una caja de madera, y se podía ver mirando hacia abajo desde una abertura. Así, los laboratorios desarrollaron una nueva cámara para utilizar esta película, el quinetógrafo.


El 20 de mayo de 1891, la primera proyección pública del prototipo de quinetoscopio de Edison se realizó en sus laboratorios para una convención de la Federación Nacional de Clubs de Mujeres de los EUA. La presentación pública del quinetoscopio completo tuvo lugar en el Instituto de las Artes y las Ciencias de Brooklyn el 9 de mayo de 1893.
Las salas de kinetoscopio, que funcionaban con una moneda, surgieron en Nueva York a finales de 1890.
En 1896 Edison rodó entre otras la película titulada THE KISS de apenas 20 segundos de duración, pero se trata del primer beso de la historia del cine que desató las iras de los moralistas de la época.

1894- EL CINEMATÓGRAFO

Los hermanos Louis y August Lumière intrigados por el kinetoscópio de Edison- desarrollaron una ingeniosa combinación de cámara tomavistas y proyector, denominada CINEMATÓGRAFO, que patentaron en febrero de 1895. Tras una primera demostración en junio y durante una convención de fonógrafos en Lyon, los Lumière hicieron la primera presentación de sus películas el 28 de diciembre de 1895, fecha que la mayoría de historiadores considera como la del nacimiento del cine.


   LEVANDO ANCLAS (ANCHORS AWEIGH) 1945 -GEORGE SIDNEY-
GENE KELLY & JERRY





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Apartado especial merece también la animación de muñecos, tanto en el cine como en la televisión.

El titiritero normalmente sujeta la marioneta por encima de su cabeza o frente a su cuerpo, con una mano (principalmente la derecha) opera la cabeza y la boca y con la otra las manos y brazos, ya sea con dos alambres rígidos o con guantes y mangas especiales. Una consecuencia de este diseño es que la mayoría de los muñecos son zurdos dado que el titiritero usa su mano derecha para operar la cabeza mientras que opera los brazos con su mano izquierda. Existen otros diseños comunes y formas de operarlos. En algunos muñecos, varios titiriteros controlan un solo personaje; el artista que controla la boca normalmente provee la voz para el personaje.

Existen otros medios para operar marionetas para cine y televisión, incluyendo el uso de hilos colgados, motores internos, control remoto, suplentes en trajes, usos de pantalla azul y verde e imágenes manipuladas por computadora. El uso creativo de una mezcla de técnicas han permitido crear escenas en las que los muñecos aparentan montar una bicicleta, remar en un bote e incluso bailar.

LOS TELEÑECOS (The Muppets)

CON GENE KELLY






CON CHARLES AZNAVOUR






CON JOHNNY CASH







CON BILLY JOEL, MARLEE MATLIN...ÓSCAR





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